sábado, junio 02, 2012

Hasta el infinito...

Érase una vez una mesa.
Pasaron veinte años y la barnizaron porque perdió un poco de color.
Pasaron otros veinte y las termitas pensaron que era un buen aperitivo.
Pasó un mes y una pata se fue a la mierda, acto seguido se rompió el cristal y finalmente el tiempo se ocupó del resto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario